Este artista moldavo (Kishinev, 1948) tiene una larguísima trayectoria como fotógrafo (más de 40 años) con un extenso portfolio conocido más allá de las fronteras de su país.
En su trabajo confluyen la realidad y la fantasía, con un colorido y profundidad que hace de la naturaleza y sus paisajes algo mágico, lo cual logra añadiéndole digitalmente a su fotografía los elementos necesarios para construir estos surrealistas mundos.
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